El uso de maquinaria en el trabajo conlleva una serie de riesgos para los trabajadores que deben tomarse en cuenta para poder evitarse. Por eso, la utilización de carretillas está regulada por una serie de normativas básicas que, aunque no son de obligado cumplimiento, deben de servir de referencia para las empresas.
Y como toda empresa que utilice carretillas en su gestión habitual debería conocer estas normas, hoy te las resumimos para que puedas tomarlas en cuenta y así garantizar la seguridad de tus trabajadores.
La normativa vigente en nuestro país para la conducción de carretillas se rige por el Real Decreto 31/1995 de la Ley de prevención de Riesgos Laborales. En el artículo 17 del mismo se recoge que el empresario debe adoptar las medidas necesarias con el fin de que los equipos que se utilizan garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al usarlos. Además, siempre que la tarea a realizar conlleve un riesgo específico se deberán adoptar las siguientes medidas:
Asimismo, los empresarios deben aportar a sus trabajadores la información y la formación necesaria para la utilización de las máquinas, según se recoge en los artículos 18 y 19 del antes mencionado Real Decreto.
Dentro de los artículos de los que hablábamos en el apartado anterior, hay que destacar la formación. Recibir formación específica para la utilización de una carretilla no solo evitará posibles accidentes, garantizando así la salud y seguridad de un trabajador, sino que mejorará la productividad de este.
Para hacer uso de las carretillas es importante que el operario, es decir, la persona encargada de su conducción y manejo, tenga las competencias y conocimientos necesarios para adecuarlos a las nuevas tecnologías y las situaciones de riesgos que puedan surgir. Es recomendable que se informe y forme de una manera correcta a todas las personas que vayan a hacer uso de las carretillas.
Los conductores que están bien formados pueden hacer el trabajo de manera más rápida, más eficiente y más segura. Es importante destacar que un conductor que conoce su carretilla y sabe cómo sacar el máximo provecho de ella, trabaja de forma más rentable que un conductor menos formado.
En resumen, si somos conscientes de estas normativas, garantizaremos, no solo la seguridad del operario, sino también la del resto de compañeros de la empresa, llegando incluso a prevenir posibles males mayores.
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