El principio de Pareto, comúnmente conocido como la regla 80/20, es una teoría básica que afirma que en cualquier proceso alrededor del 20% de las acciones son responsables del 80% de los resultados.
Esta teoría fue enunciada por primera vez en 1896 por el economista y filósofo italiano Vilfredo Federico Pareto, quien se basó en el conocimiento empírico para elaborarla. El italiano observó que el 80% de las tierras en Italia eran propiedad de tan solo el 20% de la población. Y volvió a ver el mismo patrón en su jardín, siendo que solo el 20% de sus plantas producían el 80% de la fruta. Es en la década de 1940 cuando el principio de Pareto se popularizó y adaptó al mundo de los negocios, quedando claro que era una forma inteligente de analizar los resultados de los negocios y determinar dónde enfocar las prioridades.
En un almacén, en torno al 80% de movimientos se realizan con alrededor del 20% de productos, por lo que una buena gestión de estos mejorará la logística de la empresa. Gracias a esta regla podemos identificar ese 20% para poder controlarlo o mejorarlo, pudiendo explorar las acciones que nos permitan realizar un mayor esfuerzo para obtener un mejor resultado.
Utilizando este principio como base, se pueden seguir diversos criterios para organizar y priorizar la parte más importante de la mercancía en función a las características de cada empresa. El método de clasificación ABC utiliza la teoría 80/20 para segmentar las mercancías de un almacén en 3 categorías (A, B y C) en base a su importancia según el criterio seleccionado y, de esta forma, destinar más recursos a las referencias que son clave para la empresa, en este caso las elegidas en el grupo A.
Como no todos los productos del almacén nos aportan la misma rentabilidad e ingresos, no debemos destinar la misma cantidad de recursos a todos por igual. A continuación, te contamos cómo trabajar con este sistema de almacenaje:
Según el sistema ABC, los productos de la categoría A son los más importantes para la empresa. Representan solo el 20% del inventario pero suponen la mayoría de los movimientos habituales del almacén, tienen una mayor rotación y aportan en torno al 80% de los ingresos de la empresa.
Al ser una categoría prioritaria, la empresa deberá destinarle más recursos para llevar a cabo controles de stock más exhaustivos y complejos, realizándolos de forma periódica y frecuente. Cualquier problema en el inventario de los productos de la Categoría A, como la escasez de stock, supondrá importantes pérdidas a la empresa.
Estos productos deberán situarse en zonas de fácil acceso y cercanas a la zona de expedición, permitiendo así agilizar el proceso de preparación de pedidos.
Son los que tienen una importancia y rotación moderadas para la empresa. Generalmente suponen un 30% del total de productos del almacén y, por norma, no generan más del 20% de los ingresos de la empresa.
Al ser una categoría intermedia entre A y C, se debe de revisar periódicamente su estado, valorando la posibilidad de que cambie de categoría en el futuro.
El control de stock se realizará con menor frecuencia, y se localizarán en los lugares más accesibles y directos posibles, una vez se haya organizado y reservado las mejores ubicaciones para la categoría A.
Según el principio de Pareto que sigue el modelo ABC, esta categoría será la más numerosa, pero también la que menos ingresos aporte a la empresa. Puede suponer más de un 50% de la mercancía pero en términos generales no alcanzar ni el 5% del total de los ingresos.
Su rotación en el almacén será muy baja, al ser referencias menos demandadas y por lo tanto debes intentar reducir al máximo los recursos destinados a ellos. Un control de inventario esporádico, siendo ubicado en niveles superiores o con peor accesibilidad.
Se debe estudiar si merece la pena destinar recursos de la empresa a su almacenaje y stock, ya que puede darse la situación de que los costes derivados de su almacenaje sean superiores a la rentabilidad obtenida con su comercialización.
En resumen, gracias a la Regla 80/20 podemos identificar qué productos de nuestra empresa son los más rentables para destinar a estos más recursos y así mejorar la productividad. Y tú, ¿lo estás aplicando ya a la gestión de tu almacén?
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